Creemos y sostenemos que el amor de Dios es tan grande, que no solo alcanza para la actual membresía, sino también para toda persona que lo necesite, por ello estaremos muy felices con su visita, nos alegra verle y esperamos que siga asistiendo con nosotros, porque aquí hay un lugar para usted.
Continuar la obra que el Señor ha sostenido por más de seis décadas, anunciando el evangelio de Jesucristo con pasión y fidelidad, formando una iglesia centrada en la sana doctrina, acogedora del necesitado, del extranjero y del quebrantado, fortaleciendo las familias y capacitando nuevas generaciones de siervos y siervas para el ministerio, todo para la gloria de Dios y el avance de Su Reino.
Ser una iglesia firmemente enraizada en la Palabra de Dios, fiel al legado de la obra bautista, que proclama a Cristo con integridad, forma discípulos con profundidad bíblica y vive como comunidad transformada por el evangelio, siendo testimonio del Reino de Dios en el corazón de la ciudad y a las naciones.
Sin nombres para no dejar a nadie afuera
Conmemorando 61 años de fidelidad y misión Desde diversos rincones de Chile, jóvenes hombres y mujeres, movidos por una profunda pasión por Cristo, respondieron al llamado pastoral y misionero. Dejando atrás sus hogares en el norte y sur del país, llegaron a Santiago para formarse en el Seminario Teológico Bautista, que por entonces funcionaba en el edificio ubicado en Argomedo 312-314. Allí vivieron, estudiaron y se prepararon durante tres o cuatro años para servir al Señor. De ese histórico edificio egresaron generaciones de siervos y siervas que evangelizaron nuestra nación, sembrando la Palabra en cada rincón. Gracias a su dedicación y fidelidad, hoy la obra bautista en Chile cuenta con más de 370 pastores, 16 misioneros y alrededor de 530 iglesias o puntos de reunión.
Con el paso del tiempo, el Seminario se trasladó a una nueva sede en calle Miguel Claro, y las propiedades de Argomedo tomaron nuevos rumbos. El número 314 se convirtió en la Casa Central de la Obra Bautista, mientras que el 312 fue usado como bodega por los misioneros norteamericanos que, bajo un régimen de tres años de servicio por uno en su país, almacenaban allí sus pertenencias. Sin embargo, aún quedaba un pequeño rincón sin ocupar.
Movidos por la visión del Reino, un matrimonio bautista vio en ese espacio una oportunidad para levantar un lugar de adoración. Con autorización de los misioneros y bajo la cobertura espiritual de la Segunda Iglesia Bautista de Santiago, iniciaron un pequeño culto. Así nació una misión en un barrio complejo, marcado por la vulnerabilidad social, pero también sediento de esperanza. El crecimiento fue constante. Se organizaron ministerios como la Unión Femenil, se fortalecieron los grupos infantiles y la comunidad fue madurando en fe. Finalmente, el 29 de septiembre de 1963, se celebró el culto de organización como iglesia: así nació oficialmente la Iglesia Evangélica Bautista de Argomedo.
Por muchos años, la congregación funcionó en espacios reducidos, mientras parte de las instalaciones seguía siendo utilizadas por la obra bautista nacional. Sin embargo, Dios, en su fidelidad, permitió que los misioneros cedieran el resto del inmueble. La iglesia pudo adquirir el edificio completo a un precio justo, y con ello se eliminó el muro que dividía las propiedades. Esto permitió a la iglesia crecer en número, en ministerios y en comunión.
A lo largo de su historia, la IEBA ha sido testigo del paso de pastores y líderes que, con humildad y dedicación, guiaron a la congregación. Desde su altar se han despedido con lágrimas a hombres y mujeres de fe, se han celebrado bodas, presentado niños, y muchos han descendido a las aguas del bautismo, sellando su compromiso con Cristo.
Fiel a la enseñanza bíblica, la iglesia ha practicado con amor la hospitalidad: ha acogido al huérfano, a la viuda, al extranjero y al necesitado. Su templo ha estado siempre al servicio de la unidad del pueblo bautista, recibiendo reuniones, asociaciones, encuentros juveniles, actividades denominacionales y funerales, con la convicción de que esta casa pertenece al Señor.
Hoy, al celebrar 61 años de vida, la Iglesia Evangélica Bautista de Argomedo eleva una oración de gratitud a Dios por su fidelidad. También honra al liderazgo respetuoso y comprometido de su pastor, del presidente de la iglesia, del ejecutivo, del cuerpo de diáconos y de toda la membresía, quienes con amor y esfuerzo sostienen el crecimiento espiritual y organizacional de esta congregación.
A Dios sea toda la honra y la gloria por sostener, guiar y proteger esta iglesia a lo largo de los años. Que su obra continúe por muchas generaciones más.¡Amén!
Rev. Luis Eliú Mussiett Gajardo
Pastor IEBA
